Sobremesa
Son compactas y diseñadas para volúmenes bajos-medios. Perfectas para oficinas pequeñas, comercios minoristas con un volumen bajo de impresión o cuando el espacio es limitado.
Las impresoras de etiquetas son herramientas de trabajo esenciales en muchas industrias: logística, comercio minorista, salud, manufactura… Facilitan el etiquetado de activos, ya sean productos, paquetes, documentos… Con esta guía queremos ayudarte a elegir la impresora de etiquetas que mejor se adapte a tus necesidades de impresión, teniendo en cuenta los diferentes tipos de impresoras de etiquetas, sus características y costes asociados.
Son compactas y diseñadas para volúmenes bajos-medios. Perfectas para oficinas pequeñas, comercios minoristas con un volumen bajo de impresión o cuando el espacio es limitado.
Más grandes y robustas, diseñadas para soportar altos volúmenes de impresión y ambientes difíciles. Son comunes en almacenes, centros de distribución y líneas de producción.
Muy ligeras, pequeñas y fáciles de transportar. Son perfectas para aplicaciones que requieren etiquetado in situ dentro de una tienda o almacén con etiquetas de tamaño un poco más compacto.
Factores a tener en cuenta
Volumen de impresión: Determina cuántas etiquetas necesitas imprimir diariamente.
Durabilidad de las etiquetas: Valora el entorno en el que se usarán las etiquetas.
Calidad de impresión: La resolución adecuada según el detalle que necesites.
Robustez de la impresora: Ten en cuenta el entorno en el que trabajará la impresora.
Entorno: Las condiciones ambientales (interiores, exteriores, exposición a químicos) determinan el tipo de etiqueta y la tecnología de impresión más adecuada.
Duración: Para etiquetas de corta duración, las impresoras de etiquetas térmicas directas son adecuadas. Para etiquetas que deben durar más tiempo, es mejor usar impresoras de transferencia térmica.
Material de la Etiqueta: Las etiquetas pueden estar hechas de papel, poliéster o polipropileno, dependiendo de la aplicación que le vayas a dar, va a ser mejor utilizar un tipo u otro.
Tamaño: Es importante tener en cuenta el tamaño de las etiquetas que vamos a utilizar y que este sea compatible con la impresora de etiquetas que vamos a adquirir.
Las impresoras de etiquetas modernas ofrecen diversas opciones de conectividad para adaptarse a diferentes entornos y necesidades:
USB: Conexión estándar para la mayoría de las impresoras. Fácil de configurar y usar, ideal para conexiones directas desde el ordenador.
Ethernet: Permite la conexión en red, útil en entornos donde varios dispositivos necesitan acceder a la impresora.
Wi-Fi: Ofrece flexibilidad y movilidad, permite la impresión desde cualquier dispositivo conectado a la red.
Bluetooth: Ideal para la impresión móvil, permite la conexión directa desde dispositivos móviles de forma inalámbrica.
Bajo: Menos de 500 etiquetas por día. Una impresora de etiquetas de sobremesa suele ser suficiente.
Medio: Entre 500 y 2000 etiquetas por día. Necesitarás una impresora de etiquetas más robusta.
Alto: Más de 2000 etiquetas por día. Necesitarás una impresora de etiquetas industrial, diseñada para altos volúmenes.
Retail: Las impresoras de etiquetas se utilizan para el etiquetado de productos, precios y promociones. Facilitan el control de inventarios y stocks y la trazabilidad de cada producto en la tienda.
Logística: En almacenes y centros de distribución, las impresoras de etiquetas se utilizan para etiquetar productos, palets o paquetes, aseguran su trazabilidad en cada movimiento y permiten tener un control de inventarios eficiente.
Salud: En hospitales y laboratorios, se usan para imprimir etiquetas de muestras, medicamentos, registros médicos o las pulseras de identificación de pacientes. Facilitan y mejoran la seguridad del paciente, su seguimiento, y la eficiencia en la gestión de muestras y datos.
Manufactura: En líneas de producción se utilizan para etiquetar componentes, productos terminados y embalajes. Ayudan y permiten la gestión de inventarios y el cumplimiento de normas de calidad y seguridad.
Alimentación y Bebidas: Son utilizadas para etiquetar productos alimentarios, permiten asegurarse de que se cumple con las regulaciones de información nutricional, fechas de caducidad y trazabilidad.
Costes a tener en cuenta
Coste Inicial: El coste de adquisición incluye la impresora y cualquier accesorio necesario como cables, soportes y software adicional.
Coste Operativo: Incluye el precio de consumibles (ribbon, papel, tinta) y el mantenimiento regular. Las impresoras de transferencia térmica suelen tener costes operativos más altos debido a que necesitan ribbon para poder imprimir.
Coste por Etiqueta: Calcula un coste aproximado por etiqueta considerando todos los consumibles y el mantenimiento. Este coste variará según el volumen de impresión y la durabilidad que necesiten las etiquetas.
En general, elegir la impresora de etiquetas correcta no es fácil, hay mucha variedad de marcas, series y modelos. Si después de leer esta guía aún no sabes qué modelo específico satisface tus necesidades de impresión, no dudes en contactarnos. Nuestro equipo de expertos estará encantado de ayudarte a encontrar la impresora de etiquetas que mejor se adapte a tus necesidades.